El inminente cambio provocado por los modelos sostenibles, en pro de la edificación y la eficiencia energética, representan también una nueva línea de diseño en la arquitectura y en la optimización de recursos naturales y sistemas de la edificación, reduciendo el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente. Actualmente, más de un 40% de las materias primas en América Latina, se destinan a los diferentes procesos de la industria de la construcción, con ciclos de vida deficientes que contribuyen al deterioro ambiental.
Creando nuevos modelos de vida útil en los materiales, y nuevos modelos sostenibles, empresas como Plastinova México han creado un nuevo producto hecho a base de residuos plásticos y compuestos de agave certificado, que sustituyen algunas funciones de la madera en la construcción.
En 2015, el experimento de Alberto Medina-Mora y sus socios, fue dado a conocer en un artículo publicado en La Jornada, dedicado a las intenciones del producto y a los objetivos de la entonces emergente Plastinova.
Según esta publicación, el complejo proceso de fabricación contiene entre un 10 y un 35% de contenido de fibra de agave (bagazo tequilero), y el resto pertenece a plástico reciclado, siendo este la matriz estructural del material.
El conjunto de la ciencia de la ingeniería química y la tecnología tiene el objetivo de optimizar el ciclo de vida útil de los materiales, sustituyendo las funciones de la madera en procesos contaminantes y con altos desperdicios, como el proceso de cimbrado, brindando un nuevo modelo económico y eficientemente energético.
Se espera que durante este año, inicie el proceso de comercialización y su producción en serie, diversificando la oferta de materiales para la construcción, desarrollando los crecientes mercados de productos sostenibles que contribuyen a una mejor calidad ambiental y a un proceso eficientemente energético.